miércoles, febrero 02, 2005

Análisis al “Plan Ibarretxe”: Conclusiones

Llegado este punto, es el momento de las opiniones personales, la valoración final. A lo largo de esta última semana, he ido dando mi opinión de la Propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi y ahora toca una conclusión.

De los errores/cosas que cambiaria, hay algunos para mi casi irrenunciables pero que no obstante no me harían votar en contrade dicha propuesta. Y no me harían votar en contra, porque a diferencia de la Constitución Europea que para modificarse necesita la unanimidad de los estados, este estatuto sólo necesita la mayoría de los diputados del Parlamento Vasco y también porque yo soy un poco nacionalista (no nos engañemos).

El pueblo, representado por su Parlamento, ha dado el visto bueno a este plan, por lo que yo no soy nadie para negarle su decisión (ya que no soy vasco). El Congreso sí que lo ha hecho, pero ha ofrecido, de la mano del PSOE la posibilidad de otro estatuto, más pactado y seguramente menos ambicioso.

Se ha repetido muchas veces estos últimos días el: “un 51% de los vascos no puede imponer un estatuto al 49% restante”, eso es cierto, no es conveniente una mayoría tan endeble, pero de momento, ese 49% niega la voluntad del 51%, y tampoco es una buena solución. Todo esto, sin comentar que gracias al maravilloso sistema electoral español, el PP obtuvo mayoría absoluta con menos de la mitad de los votos emitidos. El argumento del 51% no puede imponer, me parece interesante, pero hay que analizarlo bien.

Resumiendo, el “Plan” no es intrínsecamente malo como desde algunos medios y partidos políticos nos pueden intentar hacer creer, pero se puede pulir y mejorar. También sería conveniente aumentar el consenso para su aprobación, pero es aquí donde vienen los problemas, ¿hasta que punto el Parlamento Vasco está dispuesto a aumentar el consenso a costa de su texto?, porque no lo olvidemos, los grandes partidos nacionales, ven en el “Plan” modificados conceptos para ellos intocables e irrenunciables, y seguramente para el Parlamento Vasco esos puntos también son intocables. Respecto a la legitimidad del “Plan” yo no tengo ninguna duda, todo el mundo puede pedir lo que quiera (respetando al prójimo) y si se es mayoría se concede.

Otro punto interesante es que nos han hecho creer que el plan es obra de ETA y de quienes le apoyan. Esto es falso. Los diputados vascos de S.A. (ilegalizada actualmente), votaron a favor con 3 de sus diputados y con otros 3 en contra. Evidentemente, añadieron los 3 votos necesarios para validar el texto, pero 3 votos no pueden empañar los otros 36 votos conjuntos de PNV, EA y EB/IU.

Para acabar, se ha comentado que el “Plan” no es más que una gran campaña de propaganda del PNV para las ya próximas elecciones al Parlamento Vasco. Esto, no es nada descabellado y bastante interesante (recordemos que una de las armas tradicionales de los nacionalismos es el victimismo), pero difícil de probar.

Finalmente, quiero decir, que todo lo que he escrito lo he hecho desde la sinceridad, y que los errores que contenga este análisis (que seguro que los coniene) son mios, pero no son intencionados.Nada más queda por decir, y para alegrar un poco el post (que me ha quedado serio y soso), os remito a este divertido artículo.